domingo, 25 de enero de 2015

Tipo de averías en las lámparas tubulares fluorescentes

Las lámparas tubulares fluorescentes, más conocidas como tubos fluorescentes o simplemente fluorescentes es un tipo de lámpara que se utilizan para iluminar con luz blanca sitios donde se necesita iluminación durante mucho tiempo seguido,  por ejemplo; aparcamientos en plantes sótano, edificios terciarios: oficinas, hospitales, residencias de mayores, etc....
  



¿Qué es una lámpara tubular fluorescente?

La lámpara tubular fluorescente, es un tubo de vidrio fino que tiene en su interior, un gas el cual tiene la propiedad de emitir luz blanca cuando le atraviesan electrones (corriente eléctrica).
La pared interior del tubo se encuentra recubierta de trifosforo, una capa de sustancia fosforescente o fluorescente, cuya misión es convertir los rayos de luz ultravioleta invisible (que se generan dentro y que no son visibles para el ojo humano), en radiaciones de luz visible gracias al polvo fluorescente.
Para que eso ocurra, su interior se encuentra relleno con un gas inerte, generalmente argón (Ar) y una pequeña cantidad de mercurio (Hg) líquido
Para que el tubo emita luz deben se han de cumplir dos cosas:
- Que el gas este a una temperatura elevada.
- Que puedan pasar los electrones de un extremo a otro del tubo (atravesar el gas).


Fuente: Luis Maria Benitez (Paintman) es_wikipedia 

Proceso tecnologico

Para elevar la temperatura del gas en el encendido se utiliza el cebador, que produce una chispa en su interior que hace que se eleve la temperatura. El cebador va insertado en la luminaria.



La tensión más habitual en la instalación de iluminación es a 220V, pero para conseguir fuerza en los electrones que puedan pasar de un extremo al otro en el encendido de una lámpara tubular fluorescente, se aumenta la tensión en el arranque o encendido a más de 1000V. El aparato encargado de aumentar la tensión es el balasto.
Una vez que los electrones consiguen pasar de un extremo a otro en el arranque, ya no es necesario esta tensión tan elevada, ya que con 220V se consigue atravesar el gas, por eso después del encendido se puede desconectar el balasto y el cebador y la lámpara tubular fluorescente continuará funcionando.
Las lámparas tubulares fluorescentes consumen en el encendido más que una lámpara de incandescencia, pero una vez que se estabiliza consume menos, por eso se coloca en espacios que requieren de unas horas de funcionamiento elevado como aparcamientos en plantas sótano, oficinas, etc…. y nunca se colocarán en espacios con un uso esporádico como son baños, dormitorios, etc...

Instalación del Tubo Fluorescente

La instalación del tubo lleva los siguientes componentes:
  • Luminaria: Donde se coloca los extremos del tubo
  • La lámpara tubular: Que lleva el gas en su interior
  • El cebador: Este componente sirve para calentar el gas en interior del tubo en el primer momento del encendido. Una vez el gas caliente no hace falta el cebador por que el propio paso de la corriente lo mantiene caliente. Si tenemos el tubo encendido y lo quitamos, veremos como el fluorescente sigue encendido. Se conecta en paralelo con el tubo.
  • El balasto: Este componente produce la tensión para el encendido de la lámpara fluorescente. Los balastos pueden emplear diferentes tecnologías

-   Resistiva: La resistiva es una tecnología que emplea una resistencia como balasto. Esta tecnología de muy baja eficiencia está en la actualidad prácticamente en desuso
-   Inductiva: Esta tecnología se basa en una reactancia inductiva que está constituida por una bobina de alambre de cobre esmaltado, enrollada sobre un núcleo de chapas de hierro o de acero eléctrico. Este tipo de balasto se conoce como balasto electromagnético y es el más habitual aunque tiende a sustituirse por el balasto electrónico debido a su mejor eficiencia energética. 

     En el siguiente esquema vemos que el cebador se conecta en paralelo con el tubo y el balasto con tecnología inductiva en serie.
Fuente: es_wikipedia 

-  Electrónica: Esta tecnología utiliza un circuito de semiconductores para proporcionar a las lámparas un arranque más rápido, sin parpadeo, pudiendo utilizarse para alimentar a varias lámparas a la vez. 

Avería[1] en una lámpara tubular fluorescente

Cuando una lámpara tubular fluorescente no luce se ha de actuar de la siguiente manera:
Cuando se ve una luz en los extremos del tubo pero el tubo no acaba de encenderse se ha de sustituir el cebador. Esto ocurre porque al estar averiado el cebador, no existe la chispa necesaria en el interior de la lámpara para que esta se pueda llegar a encender.


En todo caso cuando se avería una lámpara tubular fluorescente se ha de probar de cambiar primero siempre el cebador ya que es mucho más barato y es más habitual que se estropee el cebador que el tubo fluorescente.
Si una vez substituido el cebador la lámpara continua sin funcionar se deberá de sustituir la lámpara tubular fluorescente.
Siempre que se sustituya una lámpara fluorescente es aconsejable que se sustituya también el cebador.
La potencia del tubo debe ser la misma que la del cebador (nunca un cebador de menos potencia que el tubo). La potencia viene especificada en el propio tubo en vatios (w), mientras que en el cembador se indica las potencias para las que se puede utilizar.
Este cebador se puede utilizar en lamparas de 4 a 80W 






[1] En el sector de la edificación se llama avería al deterioro de algún elemento constructivo que impide su funcionamiento y que generalmente tiene su origen en el uso. Ejemplo; Avería de un grifo de la instalación de agua. Avería en la cerradura de una puerta. Avería en el accionamiento de una persiana enrollable. Avería del calentador de agua. Avería en el funcionamiento de una lámpara.