viernes, 26 de octubre de 2012

¿Que se ha de hacer cuando nos dicen que tenemos “Aluminosis”?

Los peritos y técnicos en general, nos podemos encontrar con clientes que nos consultan, de forma muy preocupante y alarmados, sobre que han de hacer porque les han detectado en su vivienda o en la vivienda de algun vecino  "aluminosis". 
En este Blog se comenta de forma resumida la infomación basica que ha de conocerse al respecto.   



El "aluminosis" es un término que los medios de comunicación popularizaron hace 20 años, a raíz del colapso de los forjados de un edificio en el barrio del Turó de la Peira de Barcelona y que a menudo se aplica, erróneamente a la simple presencia de cemento aluminoso en las viguetas de un forjado.
La utilización de cemento aluminoso para formar viguetas de hormigón, fue muy utilizado en nuestro país entre los años 1950 y 1970, siendo este un período histórico demográficamente expansivo y en el que se construyó una parte muy importante de nuestro parque edificado residencial y por lo tanto la utilización del cemento aluminoso está relacionado con unos sistemas constructivos de baja calidad, hechos con pocos medios, con escasa normativa, con una mano de obra poco cualificada y construidos con mucha precipitación y urgencia. Se considera que hay en el Estado Español, más de 900.0000 viviendas construidas con viguetas fabricadas con cemento aluminoso.
Los hormigones fabricados con cemento aluminoso experimentan, con el tiempo, la humedad y la temperatura soportada, una (conversión) transformación compleja de tipo químico que podríamos sintetizar en un cambio de estructura cristalina de la masa aglutinante. Se trata de la transformación de determinados aluminatos cálcicos hidratados, cristalizados en forma hexagonal y de estructura metaestable, en otros aluminatos cálcicos hidratados cristalizados en forma cubica. Esta transformación se produce de una forma inexorable por encima de determinada temperatura (de 16 º C a 18 º C).
Este fenómeno conlleva una pérdida de resistencia del hormigón y un aumento de la porosidad. Estas consecuencias son cuantitativamente más importantes en función del contenido de cemento por metro cúbico utilizado, de la relación agua/cemento inicial, del proceso de fabricación y especialmente del proceso de cuidado, etc ... Los valores de pérdida de resistencia respecto de las resistencias en hormigones jóvenes se cifran entre el 0% y el 70%, aproximadamente.
En todo caso este proceso de pérdida de resistencia finaliza pasados unos 7-10 años, en hormigones a temperaturas normales de servicio. Pasado este período inicial, la resistencia del material ya no merma más y, en consecuencia, se puede afirmar que las viguetas fabricadas con cemento aluminoso en el período que va de 1950 a 1970, y que están todavía en los edificios cumpliendo su misión no perderán resistencia.
Tal como ocurre en los hormigones fabricados con cemento portland, los de cemento aluminoso. en contacto con el CO2 atmosférico se carbonatan. En este caso el problema es mayor como consecuencia de su menor reserva alcalina y su mayor porosidad.
Estos hormigones también se pueden ver afectados por un ataque simultáneo de CO2 y de iones alcalinos en presencia de humedad. Se trata de un proceso poco conocido y es necesario investigarlo más, porque puede desencadenar grandes pérdidas de resistencia del hormigón. Este hecho se conoce como hidrólisis alcalina.
En todo caso y desde un punto de vista puramente técnico, no hay ninguna justificación por el que tenga que intervenirse en un forjado por el simple hecho de que sus viguetas están fabricadas con cemento aluminoso. Este es un tema bastante desconocido para mucha gente, siendo muy habitual en el ámbito de la intermediación inmobiliaria que se plantee la realización de un Test Aluminoso de las viguetas del forjado para saber si estas viguetas están fabricadas con cemento aluminoso o no, conllevando este hecho una disminución en el valor economico del inmueble e importantes diferencias que en muchos casos terminan en los tribunales de justicia.
Lo importante en todo caso es saber que hay que hacer si se ha detectado la presencia de viguetas de cemento aluminoso en un forjado.

En primer lugar no hay que preocuparse y cómo debe hacerse siempre hay que buscar la opinión de un experto y que en este caso ha de ser un técnico especializado en estructuras o en rehabilitación de estructuras, al que deberá de encargarse un dictamen, para que le pueda dar un diagnóstico del estado de conservación de las viguetas del forjado y de esta forma poder tomar las decisiones más acertadas y correctas.
Como se hace en los otros tipos de forjados esta peritación de diagnosis comportará una evaluación estructural donde se examinará de forma especial la estructura vertical, la cubierta, los tabiques y los pavimentos, buscando los síntomas que nos indiquen la presencia de problemas en el comportamiento estructural. Hay que observar el estado de conservación de las instalaciones de saneamiento y suministro de agua así como la impermeabilización de los techos y su encuentro con paramentos exteriores.
También deberá de inspeccionarse ocularmente las viguetas de los forjados. En el caso en que las viguetas de los forjados presenten algún problema, los síntomas se manifiestan de forma aparente en; (pequeños o grandes roturas, deformaciones, manchas de oxidación, cambios de color, etc ...) y estas intervenciones de diagnosis suelen llevar asociada la realización de calas en techos o paramentos y en algunos casos la realización de determinadas pruebas o ensayos de laboratorio.


En todo caso la peritación deberá hacer una interpretación cuidadosa de lo que pasa para poder emitir un diagnóstico correcto, determinando el margen de seguridad como ocurre en cualquier peritación estructural.
Como resultado de este diagnóstico se obtendrán unas conclusiones en las que se establecerá si es necesario o no una intervención en los forjados y en su defecto el establecimiento de un plan de mantenimiento.
En el caso de que sea necesario una intervención se deberá de encargar un proyecto de rehabilitación. Este proyecto deberá establecer la solución más adecuada a la lesión y que en general será alguna de las siguientes terapias;
  • Reparación.
  • Sustitución funcional.
  • Refuerzo.
En el caso de que no sea necesario ninguna intervención de rehabilitación, se deberá asumir y aceptar que una estructura usada con normalidad a lo largo de 40 o 50 años, y que no presente ningún tipo de síntoma de mal funcionamiento, ha demostrado sobradamente su valía y en todo caso y como ocurre con todos los edificios, hay que establecer unas instrucciones de mantenimiento específicas y unas inspecciones de comprobación, en las que se debe tomar especial atención a la presencia de humedad, que puede provocar la corrosión de la armadura . El mismo problema vinculado con la humedad lo sufren el resto de viguetas fabricadas con cemento Portland y de forma diferente pero igualmente problemático en las viguetas de acero que se pueden oxidar y las de madera que se pueden pudrir.
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(El autor de este Blog recopila documentos referentes a anécdotas, informes, artículos de hechos históricos, relacionados con el ejercicio de la función pericial, accidentes, defectos estructurales, etc ... por lo que agradecería a cualquiera que tenga conocimiento o datos al respecto, pueda notificar al email del autor que se encuentra en el perfil de este blog)
Muchas gracias a todos ....