En estos momentos afloran por todos sitios las criticas al sector de la construcción y en especial los relacionados con las obras públicas y su administración.
Parece como si durante la ultima década se hubiera actuado en nuestro país de una forma desgarrada y sin escrúpulos.
Pues bien, en este sentido es bueno recordar como en Francia, hace poco más de 300 años el Ingeniero Militar y Marsical de Francia Sébastien Le Prestre, Marqués de Vauban (1633 –
1707), escribió la siguiente carta a Losvois, Ministro de La Guerra de
Luis XIV (1641–1691). (Belle – Isle en Meer, 17 de Julio 1683).
Señor: Hay algunos
trabajos en los últimos años que no han terminado y que no se terminarán, y
todo eso Señor, por la confusión que causan las frecuentes rebajas que se hacen
en sus obras, lo que no sirve mas que a atraer como contratistas a los
miserables, pillos o ignorantes, y ahuyentar a aquellos que son capaces de
conducir a una empresa.
Yo digo más, y es que ellos retrasan y encarecen
considerablemente las obras porque estas ‘rebajas’ y ‘economías’ tan buscadas
son imaginarias y lo que un contratista que pierde hace lo mismo que un
náufrago que se ahoga, agarrarse a todo lo que puede: y agarrarse a todo, en
oficio de contratista, es no pagar a los suministradores, dar salarios bajos,
tener peores obreros, engañar sobre todas las cosas y siempre pedir
misericordia contra esto y aquello.
Y de ahí bastante, Señor, para hacerle ver
la impercepción de esa conducta, abandónela pues, y restablezca la buena fe:
encargar las obras a un contratista que cumpla con su deber será siempre la
solución más barata que podéis encontrar.
Sébastien Le Prestre, Marqués de Vauban (1633-1707)
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