jueves, 18 de diciembre de 2014

Buenas practicas para conseguir una iluminación eficiente

De forma general existen una serie de buenas prácticas que pueden ayudar a conseguir una instalación de iluminación más eficiente.
Estas buenas practicas se han se considerar a modo de consejos y recomendaciones generales. 
Para conseguir un resultado óptimo siempre es más aconsejable realizar un diagnóstico o una auditoria energetica particularizada sobre el edificio, con la que se conseguirá un nivel de efeciciencia más acorde con sus posibilidades.

Sector terciario

  • Aprovechar al máximo la iluminación natural mediante la instalación de cedulas fotosensibles que regulen la iluminación artificial en función de la cantidad de luz natural, o independizando los circuitos de las lámparas próximas a las ventanas o claraboyas.


  • Establecer circuitos independientes de iluminación para zonificar la instalación en función de sus usos y diferentes horarios

  • Instalar un control centralizado permite ahorrar energía mediante la adecuación de la demanda y el consumo, además de efectuar un registro y control que afecta tanto a la calidad como a la gestión de la energía consumida.
  • Instalar interruptores temporizados en zonas de uso esporádico como pueden ser los baños. Este tipo de interruptor evita los problemas de que estén las luces encendidas en un lugar donde no hay nadie.
  • Instalar detectores de presencia temporizados en los lugares menos frecuentados (pasillos, servicios almacenes, etc…)
  • Instalar programadores horarios que apaguen o enciendan las luces a una determinada hora.
  • En función de cuales sean las necesidades de iluminación se deben de elegir las lámparas que aporten una mayor eficiencia energética
  • En el caso de lámparas tubulares fluorescentes convencionales se puede ahorrar un 30% de energía utilizando balastos electrónicos las cuales alargan la vida de las lámparas un 50%, consiguiendo una iluminación más agradable y confortable
  • Realizar un mantenimiento preventivo programado de la instalación en la que se limpien las fuentes de luz y las luminarias y se reemplacen las lámparas en función de la vida útil indicada por los fabricantes. 





Sector residencial

  • Aprovechar al máximo la iluminación natural.

  • Utilizar colores claros en paredes y techos para provechar al máximo la luz natural y reducir el nivel de iluminación artificial.
  • No dejar luces encendidas en habitaciones que no se están utilizando. No tiene sentido iluminar un espacio donde no hay nadie.

  • Subir las persianas en periodo diurno en vez de encender la luz.
  • Limpiar periódicamente las lámparas y luminarias para aumentar la luminosidad sin aumentar la potencia.

  • Sustituir las lámparas incandescentes por lámparas de bajo consumo. Con ello se consiguen ahorros de energía de un 80% y duran hasta 15 veces más manteniendo el mismo nivel de iluminación. Sustituir primero aquellas que van a estar mayor tiempo encendidas.
  • Adaptar la iluminación a sus necesidades dando preferencia a la iluminación localizada, además de ahorrar energía conseguirá ambientes más confortables.
  • Colocar reguladores de intensidad luminosa de tipo electrónica.
  • Usar fluorescentes donde necesite más durante muchas horas, por ejemplo en la cocina.
  • En zonas las zonas comunitarias (vestíbulos, garajes, etc…) es conveniente instalar detectores de presencia o interruptores temporizados de forma que la luz se apague y se encienda automáticamente. Es recomendable, es este caso, la colocación de lámparas incandescentes o lámparas de bajos consumo con equipos electrónicos de precaldeo.