jueves, 18 de diciembre de 2014

Buenas practicas para conseguir una iluminación eficiente

De forma general existen una serie de buenas prácticas que pueden ayudar a conseguir una instalación de iluminación más eficiente.
Estas buenas practicas se han se considerar a modo de consejos y recomendaciones generales. 
Para conseguir un resultado óptimo siempre es más aconsejable realizar un diagnóstico o una auditoria energetica particularizada sobre el edificio, con la que se conseguirá un nivel de efeciciencia más acorde con sus posibilidades.

Sector terciario

  • Aprovechar al máximo la iluminación natural mediante la instalación de cedulas fotosensibles que regulen la iluminación artificial en función de la cantidad de luz natural, o independizando los circuitos de las lámparas próximas a las ventanas o claraboyas.


  • Establecer circuitos independientes de iluminación para zonificar la instalación en función de sus usos y diferentes horarios

  • Instalar un control centralizado permite ahorrar energía mediante la adecuación de la demanda y el consumo, además de efectuar un registro y control que afecta tanto a la calidad como a la gestión de la energía consumida.
  • Instalar interruptores temporizados en zonas de uso esporádico como pueden ser los baños. Este tipo de interruptor evita los problemas de que estén las luces encendidas en un lugar donde no hay nadie.
  • Instalar detectores de presencia temporizados en los lugares menos frecuentados (pasillos, servicios almacenes, etc…)
  • Instalar programadores horarios que apaguen o enciendan las luces a una determinada hora.
  • En función de cuales sean las necesidades de iluminación se deben de elegir las lámparas que aporten una mayor eficiencia energética
  • En el caso de lámparas tubulares fluorescentes convencionales se puede ahorrar un 30% de energía utilizando balastos electrónicos las cuales alargan la vida de las lámparas un 50%, consiguiendo una iluminación más agradable y confortable
  • Realizar un mantenimiento preventivo programado de la instalación en la que se limpien las fuentes de luz y las luminarias y se reemplacen las lámparas en función de la vida útil indicada por los fabricantes. 





Sector residencial

  • Aprovechar al máximo la iluminación natural.

  • Utilizar colores claros en paredes y techos para provechar al máximo la luz natural y reducir el nivel de iluminación artificial.
  • No dejar luces encendidas en habitaciones que no se están utilizando. No tiene sentido iluminar un espacio donde no hay nadie.

  • Subir las persianas en periodo diurno en vez de encender la luz.
  • Limpiar periódicamente las lámparas y luminarias para aumentar la luminosidad sin aumentar la potencia.

  • Sustituir las lámparas incandescentes por lámparas de bajo consumo. Con ello se consiguen ahorros de energía de un 80% y duran hasta 15 veces más manteniendo el mismo nivel de iluminación. Sustituir primero aquellas que van a estar mayor tiempo encendidas.
  • Adaptar la iluminación a sus necesidades dando preferencia a la iluminación localizada, además de ahorrar energía conseguirá ambientes más confortables.
  • Colocar reguladores de intensidad luminosa de tipo electrónica.
  • Usar fluorescentes donde necesite más durante muchas horas, por ejemplo en la cocina.
  • En zonas las zonas comunitarias (vestíbulos, garajes, etc…) es conveniente instalar detectores de presencia o interruptores temporizados de forma que la luz se apague y se encienda automáticamente. Es recomendable, es este caso, la colocación de lámparas incandescentes o lámparas de bajos consumo con equipos electrónicos de precaldeo.

domingo, 2 de noviembre de 2014

Programa de ayudas para la rehabilitación energética de edificios (PAREER)

El 1 de octubre de 2013 se publicaron las bases reguladoras y la convocatoria del PAREER, el programa de ayudas para la rehabilitación energética de edificios existentes del sector residencial (uso vivienda y hotelero) del Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía.

El presupuesto de este programa asciende a la cantidad total de 125.000.000 euros. Las solicitudes pueden presentarse hasta el 30 de octubre de 2015. 

Pueden solicitarlas todas las actuaciones que presenten permiso o licencia de obras o justificación de su solicitud en una fecha posterior a la fecha de entrada en vigor del programa (2 de octubre de 2013).

El programa incluye ayudas bajo la modalidad combinada de entrega dineraria sin contraprestación y préstamo reembolsable. 

Las actuaciones objeto de las ayudas se encuadran en cuatro tipologías:
  • mejora de la eficiencia energética de la envolvente térmica
  • mejora de la eficiencia energética de las instalaciones térmicas y de iluminación
  • sustitución de energía convencional por biomasa en las instalaciones térmicas
  • sustitución de energía convencional por energía geotérmica en las instalaciones térmicas.

El presupuesto total del programa se distribuye entre las cuatro tipologías destinando 31.250.000 euros a cada una de ellas.

Las ayudas concedidas hasta finales de octubre de 2014 ascienden a 6.469.936 euros.


En el enlace de la página web del IDAE pueden consultarse toda la información relativa al programa así como acceder a la aplicación desde la que puede introducirse toda la documentación que se requiere para solicitar las ayudas: 

Accede a la información clicando aqui: PROGRAMA PAREER

Entre los requisitos para la obtención de las ayudas es necesario un informe que acredite la adecuada realización de las actuaciones de acuerdo con la documentación presentada en la solicitud de la ayuda, emitido por entidad de control de calidad en la edificación.

OCTAU SL, es una entidad de control de calidad que emite este tipo de informes y que le puede assessorar en el dessarrollo de este tipo de actuaciones.

Para accedera OCTAU SL clicar aqui: Entidad de control de calidad en edificación 


lunes, 1 de septiembre de 2014

Tipos de lámparas y su relación con la eficiencia energética

Los sistemas de iluminación artificial juegan un papel vital en nuestras vidas y representa en muchos casos un porcentaje elevado del consumo eléctrico de los edificios. Este porcentaje de consumo de energía eléctrica puede llegar a alcanzar en algunos casos más del 50%.

Es por todo ello que tiene una gran importancia conocer que tipos de lamparas existen y cuales son más eficientes energeticamente.  


Sistemas de iluminación

Los sistemas de iluminación están formados por:

  • Fuente de luz: Las fuentes de luz son las lámparas.
  • Luminarias: Las luminarias cumplen funciones energéticas, mecánicas, térmicas y estéticas, al distribuir especialmente la luz generada por las fuentes de luz.
  • Equipos auxiliares: Los equipos auxiliares resultan imprescindibles para conseguir la funcionalidad del sistema e influyen en gran medida en su calidad, consumo energético, economía y durabilidad.


Cada uno de los elementos que forman el sistema de iluminación tiene una relación con la eficiencia energética, sin embargo en este articulo nos vamos a centrar en comentar los tipos de lamparas que existen en el mercado y su relación con la eficiencia energética. En el caso de querer mayor información al respecto puede ser necesario una auditoria energética.


Tipos de lámparas

  1. Lámparas Incandescentes
  2. Lámparas de descarga
  3. Lámparas de tecnología LED

Lámparas incandescentes

Lámparas incandescentes no halógenas

Las lámparas incandescentes no halógenas han sido tradicionalmente las más utilizadas, principalmente en el sector residencial y domestico. Su funcionamiento se basa en hacer pasar una corriente eléctrica por un filamento de wolframio hasta que alcanza una temperatura tan elevada que emite radiaciones visibles por el ojo humano.

Después de más de 130 años de existencia, el 1 de septiembre de 2012, en virtud de la Directiva Ecodesign 2009/125/CE, ha quedado prohibido fabricar en la Unión Europea lámparas incandescentes no halógenas. Previamente, ya se había procedido a la retirada de las lámparas incandescentes no halógenas de más de 100 vatios (2009), al fin de la venta de las de 75 vatios (2010) y a las de 60 vatios (2011). 
Esta prohibición ha supuesto que se vayan sustituyendo este tipo de lamparas por otras más eficientes energéticamente, La vida útil de las lámparas incandescentes no halógenas oscilaba entre las 750 y las 1.000 horas, presentaba un importe de consumo eléctrico en un año que fácilmente podía rondar los 55 euros (apenas convertía el 2,6% de la energía que consumía en luz visible).


Lámparas incandescentes halógenas

Las lámparas incandescentes halógenas son de reducidas dimensiones, normalmente de forma lineal, de cápsula o estándar y dicroicas, con modelos que van desde los 110W o 220W de potencia a los 12W (con transformador reductor de tensión o voltaje). Incorporan un gas halógeno para evitar que se evapore el wolframio del filamento y se deposite en la ampolla disminuyendo el flujo útil como ocurre en las incandescentes estandar. 

Estas lámparas se caracterizan por aportar mayor intensidad de luz y alcanzar elevadas temperaturas, para lo cual suelen utilizar cristal de cuarzo, que soporta muy bien este calor.
El consumo de una lámpara incandescente halógena de 70W funcionando una hora consume 0,07 kWh frente a los 0,100 kWh de su equivalente incandescente no halógena.
El importe energético anual es de unos 38€, lo que significa alrededor de un 30% de ahorro frente a las lámparas incandescentes no halógenas (bombillas tradicionales).
La vida útil de una lámpara incandescente halógena es de unas 3.000 horas (3 veces más que una lámpara incandescente no halógena).
Este tipo de lámparas se usa habitualmente en estancias que requieren de un encendido rápido ya que su arranque es instantáneo, así como lugares donde su uso sea corto como los baños, aseos o pasillos de uso esporádico. También se usa habitualmente donde se requiere una reproducción cromática buena con temperatura de color cálida. En contrapartida supone una mayor potencia y ello supone un mayor consumo energético y consecuentemente un mayor coste económico del suministro eléctrico.
No obstante, en los últimos años las diferentes modalidades, sobre todo entre las dicroicas (las de forma semiesférica que suelen empotrarse en el techo), han propiciado que ya puedan utilizarse en infinidad de aplicaciones, desde puntos de luz de acentuación decorativos a dormitorios, salones o, incluso, exhibidores de productos en comercios.
Es habitual pensar que todas las lámparas incandescentes halógenas dicroicas requieren de un transformador, lo que puede incrementar el coste de instalación. Esta afirmación es falsa, ya que existen lámparas de baja tensión que pueden conectarse directamente a la línea de 220V, ofreciendo una elevada salida de luz capaz de iluminar una estancia habitual de una vivienda, bares o hasta salas de museos y exposiciones.


Lámparas de descarga

Las lámparas de descarga son más eficientes que las lámparas incandescentes. La luz se consigue por excitación de un gas sometido a descarga eléctrica entre dos electrodos.
A diferencia de la incandescencia, la tecnología de descarga necesita un equipo auxiliar (balasto, cebador) para que esta puedan funcionar.
Según el tipo de gas y la presión a la que se someten, existen distintos tipos de lámparas de descarga.


Lámparas fluorescentes tubulares

La lámpara tubular fluorescente, es un tubo de vidrio fino que tiene en su interior, un gas que tiene la propiedad de emitir luz blanca cuando le atraviesan electrones (corriente eléctrica).
La pared interior del tubo se encuentra recubierta de trifosforo, una capa de sustancia fosforescente o fluorescente, cuya misión es convertir los rayos de luz ultravioleta invisible (que se generan dentro y que no son visibles para el ojo humano), en radiaciones de luz visible gracias al polvo fluorescente.
Para que eso ocurra, su interior se encuentra relleno con un gas inerte, generalmente argón (Ar) y una pequeña cantidad de mercurio (Hg) líquido
Para que el tubo emita luz deben de cumplirse dos cosas:
  • Que el gas este a una temperatura elevada.
  • Que puedan pasar los electrones de un extremo a otro del tubo (atravesar el gas).



*Fuente: Autor Luis Maria Benítez, (Paintman) es wikipedia.

Este tipo de lámparas requiere de un equipamiento auxiliar para funcionar formado por un balasto y un cebador. El balasto más tradicional y más habitual es el balasto electromagnético.

Recientemente existen balastos electrónicos de alta frecuencia, que son más eficientes porque limitan el consumo de electricidad.

Las cualidades de color y su baja luminancia las hacen idóneas para interiores de altura reducida.
Actualmente ocupan el segundo lugar de consumo después de las lámparas incandescentes no halógenas, principalmente en oficias, comercios, locales públicos, industrias, etc....
Hay lámparas de flurorescentes tubulares de 38mm de diámetro (T12), de 26 mm de diámetro (T-8) y de 16mm de diámetro (T5). Las más usadas hoy en día son las T8, sin embargo las más eficientes son las T5 que sólo funcionan con equipo auxiliar electrónico.

Los tubos T5 tienen una longitud diferente a las T8. Para poderse realizar la sustitución de tubos T8 a T5 se utiliza un adaptador donde se inserta el nuevo fluorescente T5. La utilización de estos adaptadores permiten disfrutar de la economía y confort del sistema de iluminación T5 sin cambio de luminarias. El adaptador aloja un balastro electrónico que permite el cambio del sistema electromagnético al sistema electrónico que en breve pasará a ser el estándar en fluorescencia.

Existe el mito de que las lámparas fluorescentes producen cansancio. El parpadeo de 50 hertzios de los antiguos tubos fluorescentes es cosa del pasado. Los tubos modernos cuentan con tecnología capaz de emitir la corriente alterna a una frecuencia de 20.000 a 60.000 ciclos por segundo, anulando el parpadeo. 

Lámparas fluorescentes compactas

Generalmente son conocidas como LFC o “bombillas de bajo consumo” y se dividen en dos grandes categorías: las de tubo y las compactas, que son las que mayoritarias y las más eficientes según diferentes estudios, dado que dedican hasta el 15% de la energía consumida en cumplir su misión de iluminar.

El importe energético anual es de menos de 22 euros. Sólo con utilizar una de estas lámparas de 18W en lugar de la tradicional incandescente de 75W se ahorra durante la vida útil de la lámpara más de 60 euros o, lo que es lo mismo en términos de energía, 570 kWh. Además se evita la emisión de cientos de kilogramos de gases de efecto invernadero.
Una lámpara de bajo consumo de 40W funcionando una hora consume 0,04 kW. Este tipo de lámpara consume un 80% menos que las tradicionales (el equivalente a la demanda de 2.500 hogares).
La vida util de una lampara fluorescente compacta es aproximadamente de unas 8.000 horas, es decir, unas 8 veces más que una lampara incandescente no halógena. Algunos modelos de lamparas compactas llegan a alcanzar una vida útil de 15.000 horas.
Dado que a las lamparas fluorescentes les cuesta encenderse y alcanzar su punto de máxima luminosidad, son recomendables en lugares en los que la luz estará mucho tiempo encendida, como un salón o una cocina. Es mejor evitar su uso en lugares donde su encendido y apagado sea constante (acorta su vida útil), como en pasillos o descansillos de portales. Además, su forma también es importante, puesto que mientras las que tienen forma espiral reparten la luz en todas las direcciones y las lineales son perfectas para iluminar toda la estancia, las redondas se utilizan fundamentalmente para las salas de interior.
Otro gran mito es pensar que las lamparas fluorescente compactas consume menos energía estando encendido que apagándolo y volviéndolo a encender cuando entremos de nuevo en la habitación. Sólo si como máximo estuviera sin funcionar 23 segundos podría compensar mantenerlo encendido, pero resulta raro entrar y salir del cuarto cada menos de medio minuto. Así que no debe olvidarse nunca de apagar una lampara compacta  fluorescente cuando se sale de una estancia.


Lámparas fluorescentes sin electrodos

Las lámparas fluorescentes sin electrodos o de inducción emiten la luz mediante la transmisión de energía en presencia de un campo magnético junto con una descarga en gas.

Este tipo de lámparas tiene una mayor vida útil cercana a las 60.000 horas. La limitación de la vida útil esta condicionada por los componentes electronicas de la lámpara. 


Lámparas de vapor de mercurio o alta presión

Las lámparas de vapor de mercurio a alta presión emiten un flujo luminoso mayor que el resto de lamparas de fluorescencia, aunque su eficacia energética es menor.

Este tipo e lámparas se suelen emplear en iluminación de grandes áreas; calles, naves industriales, polideportivos, etc.....
Fotografia de la iluminación del campo de futbol del Europa

Lámparas de luz mezcla

Las lámparas de luz mezcla son una combinación de las lámparas de vapor de mercurio a alta presión y lámparas incandescentes y habitualmente, un recubrimiento fosforescente.

Este tipo de lámparas no necesitan balasto ya que el filamento actúa como estabilizador de corriente.
Su eficacia luminosa y su reproducción en color son muy pobres y actualente es un tipo de lámpara en desuso.


Lámparas de halogenuros metálicos

Este tipo de lámparas posee halogenuros metálicos además del relleno de mercurio por lo que mejoran considerablemente la capacidad de reproducir el color, además de mejorar la eficacia.

Su uso más habitual es en alumbrado público, comercial, de fachadas, monumentos, etc... Raramente se utiliza este tipo de lamparas en interior de edificios. 


Lámparas de halogenuros metálicos cerámicos

Estas lámparas combinan la tecnología de lás lámparas de halogenuros metálicos con la tecnología de las lámparas de sodio de alta presión (quemador cerámico).

El tubo de descarga ceramico permite operar a temperaturas más altas que el tubo de descarga al cuarzo de los halogenuros metalicos convencionales, aumentando la vida util hasta las 15.000 horas. Tambien mejora la eficacia luminosa, la estabilidad del color a lo largo de la vida de las lámparas. 
En definitiva estas lámparas son muy adecuadas para su uso en edificios del sector terciario: comercios, oficinas, iluminación arquitectónica, escaparates, hoteles, etc....




Lámparas de vapor de sodio a baja presión

En este tipo de lámparas se origina la descarga eléctrica en un tubo de vapor de sodio a baja presión, produciéndose una radiación prácticamente mmonocromática

Actualmente són las lámparas más eficientes del mercado, es decir, las de menor consumo eléctrico, sin embargo, su uso está limitado a aplicaciones  en las que el color de la luz no sea relevante ya que está es amarillenta. 
Se usa habitualmente en autopistas, túneles, áreas industriales y muy raramente en edificación.



Ademas su elevado tamaño para grandes potencias obliga a utilizar luminarias de tamaño excesivamente grandes.


Lámparas de vapor de sodio a alta presión

Las lamparas de sodio a alta presión mejorando la reproducción crómatica respecto las de baja presión y aunque la eficacia disminuye su valor, sigue siendo alto comparado con otros tipos de lamparas.

El tamaño formado por el conjunto de óptica i lámpara hace que este tipo de luminaria sea muy eficiente.
Actualmente está creciendo su uso al sustituir a las lámparas de vapor de mercurio, ya que presentan una mayor vida útil con una mayor eficacia.
Este tipo de lámparas se emplea en instalaciones exteriores de trafico e industriales, así como en instalaciones interiores de edificios industriales y comercios.




Lámparas con tecnología LED

Las lámparas con tecnología LED son diodos semiconductores que emiten luz. Su nombre es un acrónimo en ingles que significa "LED: Lighting Emitting Diode". 
La tecnologia LED, no posee filamento, por lo que tiene una elevada vida y son muy resistentes a los golpes. Las lamparas LED permite un mayor control de la distribución de la luz. Entre sus ventajas, además de su amplia gama de colores, destaca que, a diferencia de las de bajo consumo, no precisa calentarse para funcionar a pleno rendimiento. A ello también se suma que son muy eficientes a bajas temperaturas, lo que no sucede con las lámparas fluorescentes.




Una lámpara LED de 20W consume 0,02 kWh frente a los 0,100 kWh de una lampara incandescente no halogena.
El importe energético anual es de menos de 11 euros, cinco veces menos que una lampara incandescente no halógena. 
La disipación de calor y la calidad de los materiales sobre la vida útil y la salida de la luz son factores que influyen sobre este tipo de bombillas. No todas las tecnologías, marcas y modelos duran lo mismo pero los valores de referencia se mueven en la horquilla de las 45.000 y 50.000 horas, una diferencia astronómica si se compara con las 1.000 horas de las lámparas incandescentes no halógenas.

Las lámparas LED tienen actualmente un elevado coste inicial (a partir de los 20 euros), por lo que se estima que requiere de una media de 10 horas al día para que en menos de dos años el gasto quede amortizado, prolongando de esta forma el ahorro energético debido a su duración elevada. Es por ello que son muchos los que confían en que esta tecnología sea el futuro de la iluminación.
Existe la idea de que no todos los colores de LED sirven para todos los usos. Esta afirmación no es cierta no obstante muy a menudo se recomienda otro tipo de lamparas para usos domésticos.  En todas las lámparas que se comercializan se puede encontrar indicado en la etiqueta la calidez de su luz. En concreto se ha de observar los dos últimos dígitos de la numeración que viene a continuación de los vatios, pudiendo ser 27, 30, 40 o 65. De este modo, si 27 hace referencia a 2.700 Kelvin, es decir, a una luz cálida similar a la de una cerilla, el 65 serían 6.500 Kelvin o, lo que es lo mismo, una color blanco muy frío sólo apto para ambientes muy específicos de interior.



jueves, 31 de julio de 2014

¿Que es un deslizamiento de tierras en ladera?

Los deslizamientos de tierras en ladera son procesos donde la trayectoria seguida por los materiales en movimiento no se produce en la superficie, sino que se produce por deslizamiento al ceder una o diversas superficies de rotura.

En estos procesos la masa de materiales que se desplaza lo hace de forma ordenada, es decir, capas enteras de terreno se mueven sobre el material firme que tienen por debajo, aunque también en algunos casos puede realizarlo de forma más compleja

En todo caso los deslizamientos de tierras es un gran riesgo natural que ocasiona importantes daños materiales cuando se produce en zonas proximas a edificaciones o a las obras públicas.
Foto de la agencia Reuters de un deslizamiento de tierras en la autopista A3, en Keelung, Taiwan. Any 2010

Características de los deslizamientos

Las características de los deslizamientos en vertientes son los siguientes:
  • La topografía. La topografía general de la zona y en particular la pendiente; de manera que a mayor pendiente mayor es el riesgo de desplazamiento. Las vertientes con pendiente superior al 15% empiezan a ser susceptibles al riesgo de este tipo de fenómenos. 
  • Los materiales. Los materiales (rocas) que componen la vertiente. Las lutites (limos y arcillas), que son rocas de textura fina y alta plasticidad, son las más propensas a los deslizamientos. En algunos casos, estas lutites forman parte de algún plano de estratificación a favor del como se produce el movimiento. Las arcillas tienen la propiedad que al mojarse de agua aumentan su volumen. Eso supone que los terrenos arcillosos en climas donde alternan periodos secos con otros húmedos se deforman y empujan taludes, rocas, carreteras, etc. provocando deslizamientos y desprendimientos.
  • La tectónica. La tectónica de la vertiente, el buzamiento de una serie de estratos, algunos planos de falla o fracturas importantes pueden actuar como superficies de despegue a partir de la cual se produce el movimiento vertiente abajo.
  • La climatología de la zona. Los climas lluviosos o con precipitaciones de tipo tempestuoso como en climas mediterráneos o semiáridos son un factor añadido a este tipo de riesgo. Generalmente, después de una serie de lluvias intensas el riesgo aumenta sensiblemente, ya que aumenta la capacidad de infiltración de las aguas en el terreno. El agua ocupa los poros de los sedimentos, aumentando su plasticidad y disminuyendo su cohesión, lo que provoca que en determinados momentos se trenque el equilibrio de la vertiente, produciéndose el movimiento de los materiales vertiente abajo.
  • Cobertura de la superficie. El grado de cobertura vegetal de la vertiente, en el sentido que las vertientes desnudas son más propensas a este tipo de fenómenos, mientras que en las vertientes con vegetación, las raíces de hierbas, arbustos y árboles pueden formar un perfecto entramado de sujeción de la vertiente a manera de un encofrado natural.
  • Cuestiones antropicas. Las transformaciones producidas por el ser humano al realizar obras sobre una vertiente (por ejemplo la ejecución de una carretera de montaña, embalses de aguas, etc...), pueden provocar una disminución del soporte lateral de los materiales que componen un talud sobre la base de una vertiente, provocando el movimiento de ésta. Además normalmente se levantan los materiales que están en la base de la pendiente que es la zona más vulnerable y la cual soporta mayores tensiones lo que obliga a fijar las vertientes con costosos sistemas de sujeción y a estar continuamente rehaciendo las vías de comunicación en muchos lugares
  • Se conoce la acción de otros factores como terremotos, rocas calcáreas (estructuras kàrsticas), etc., que provocan movimientos del terreno, pero la importancia de la cual es comparativamente menor que las citadas anteriormente.


Tipos de deslizamientos


Existen diversos tipos de desplazamientos en ladera tal y como se puede observar en la imagen adjunta extraída de la publicación de González de Vallejo et at. 2002



Entre los tipos de desplazamientos en ladera más habituales, se distinguuen dos tipos de deslizamientos que se diferencian según la trayectoria de los materiales que se deslizan y que son:
  • Deslizamientos traslacionales, cuándo los materiales resbalan siguiendo un plano paralelo a la superficie del talud. Eso es frecuente cuando existen estratos arcillosos zambullendo en el mismo sentido que la vertiente, que al mojarse pueden servir de lubrificante en los estratos superiores. Otros casos de deslizamiento pueden ser una falla o una diaclasa.
  • Deslizamientos rotacionales (slump), cuando el deslizamiento se produce mediante una superficie de rotura curva y las masas descendidas sufren un giro.


Prevención

La principal prevención contra los deslizamientos, es tomar medidas correctoras, especialmente en los emplazamientos con asentamientos humanos en lugares susceptibles de movilización, tanto en sus partes altas como al pie de ellos. De forma general para detectar las posibles movilizaciones hace falta estudiar el terreno (estudios geotecnicos), indagar la presencia de señales de anteriores deslizamientos y verificar la existencia de grietas. Cuando existen grietas es necesario controlar si la abertura es progresiva o si están estabilizadas.

En todo caso si hay peligro para la población u obras públicas se puede estabilizar la vertiente mediante:
  • Drenajes que eviten la acción del agua.
  • Plantación de especies ávidas de agua como los eucaliptos.
  • Muros de contención con anclajes.
  • Mortero proyectado sobre las superficies o grietas.
  • Estabilización del terreno con inyecciones de hormigón (jet-grouting) 


Ejemplos de deslizamientos

Son muchos los ejemplos sobre deslizamientos de tierras en nuestro pais, en los que se han ocasionado daños materiales y en algunos casos victimas mortales. A modo de ejemplo se citan algunos casos.

  • En la población de Puigcercos, en la comarca del Pallars Jussà, provincia de Lleida, que se inicio el deslizamiento del pueblo el año 1858 hasta que finalmente el año 1892 tuvieron que finalmente abandonar el pueblo y trasladarse en la ubicación actual sin que se tuviera que lamentar victima mortales y quedando parte de lo que fue la antigua población hoy en ruinas.
Ver documento Direcció General del Medi Natural
Ver articulo del Institut Cartogràfic i Geològic de Catalunya
  • En Azagra (Navarra) en 1874, el pueblo quedó sepultado y murieron cerca de 100 personas.
  • En Olivares (Granada), el año 1986 dónde las pérdidas causadas por los 3,5 millones de metros cúbicos de arcillas y margas que se deslizaron sobre el pueblo y sus campos de cultivo ascendieron a 1.000 millones de pesetas.
  • En Bressui, en la comarca del Pallars Sobirà, provincia de Lleida que en el año 2000 fue necesario realizar trabajos de estabilización del terreno con el drenaje de agua mediante pozos filtrantes y la técnica del Jet-Grouting y posteriormente rehabilitar las viviendas afectadas. 
Ver articulo del autor de este Blog, publicado en el mes de julio-agosto del 2003 en la revista BIC nº 105, del Colegio de Aparejadores y Arquitectos Técnicos de Lleida, bajo el titulo "La rehabilitación de casa Menut y Baraut de Bressui": Ver articulo en revista BIC
  • En Guardia de Noguera, comarca del Pallars Jussà en la Província de Lleida, se ejecutó el año 2001 las obras de construcción de un nuevo trazado de la carretera local LV-9124 para circunvalar la población. Posteriormente aparecieron una serie de lesiones en la propia carretera que obligo a la modificación del trazado de la carretera que se ejecuto el año 2005 y afectando inicialmente a las edificaciones más periféricas el pueblo y posteriormente a diferentes viviendas del pueblo debido a movimientos de reptacion[1] del deslizamiento principal, las cuales duraron hasta que el suelo encuentro de nuevo su propio equilibrio
Ver vídeo de los daños en las edificaciones en el que interviene el autor de este blog: Ver programa España directo de RTVE

Ver artículos en prensa: 
Ver noticia publicada en lopallars.tv

Ver noticia publicada en pallarsdigital.cat

Ver noticia publicada en canal de noticias 324.cat

Ver noticia publicada en La Vanguardia.com


[1] Descenso lento de un suelo causado por la pesantez que hace descender las partículas que lo constituyen, previamente desagregadas.



jueves, 19 de junio de 2014

La energia solar térmica

La energía solar térmica o energía termosolar consiste en el aprovechamiento de la energía del Sol para generar calor mediante el uso de colectores o paneles solares térmicos. Esta energía solar se encarga de calentar el agua u otro tipo de fluidos a temperaturas que podrán oscilar entre 40º y 50º, no debiendo superar los 80º.
Esta energía térmica se podrá intercambiar con un circuito secundario para producir calor en una instalación de calefacción o para calentar las necesidades de agua caliente sanitaria o de una piscina climatizada.
Actualmente también tenemos la posibilidad de alimentar una máquina de refrigeración por absorción, que empleará esta energía solar térmica en lugar de electricidad para producir frío como lo haría un aparato de aire acondicionado tradicional.
El funcionamiento de la captación de energía solar térmica se basa en captar los rayos solares mediante colectores o paneles solares por el que se hace circular agua u otro fluido de características similares y de esta manera una parte del calor absorbido por el panel solar es transferido al fluido que mediante unos conductos de un circuito primario será conducido a un depósito de almacenaje donde mediante un intercambiador transferirá la energía térmica a otro circuito secundario por el que circulara el agua sanitaria o el agua de un circuito de calefacción. 
Imagen extraida de monografico CENSOLAR
La aplicación de la energía solar térmica para el calentamiento de agua caliente sanitaria (ACS) es la aplicación más extendida en el sector de la edificación. La aplicación como calefacción es menos frecuente, debido a que la máxima demanda de calefacción se produce en los meses de invierno que son los meses con menor radiación solar disponible., motivo por el que se necesita de una mayor superficie de colectores solares instalados, lo cual tiene un menor rendimiento anual para desperdiciar calor en verano, pudiendo además ocasionar problemas de sobrecalentamiento de los circuitos en los meses de verano. Es por todo ello que actualmente la producción de agua caliente sanitaria es la aplicación más extendida de la energía solar térmica. Los sistemas están diseñados para cubrir el 100% de la demanda de agua caliente durante los meses de verano, y el 50-80% del total del resto de meses del año

En el Estado Español es obligatorio desde el año 2006 el Código Técnico de Edificación –CTE- el cual establece la obligación de proveer un porcentaje de agua caliente sanitaria mediante colectores solares térmicos en el Documento Básico de Ahorro de Energía, Sección HE 4 (Contribución solar mínima de agua caliente sanitaria). El porcentaje que se ha de cubrir con energía solar térmica depende de la zona climática donde se ubique el edificio, siendo mayor donde la radicación solar es mayor. Esta obligación afecta a:
  1. Los edificios de nueva construcción o a edificios existentes en que se reforme íntegramente el edificio en sí o la instalación térmica, o en los que se produzca un cambio de uso característico del mismo, en los que exista una demanda de agua caliente sanitaria (ACS) superior a 50 l/d;
  2. Las ampliaciones o intervenciones, no cubiertas en el punto anterior, en edificios existentes con una demanda inicial de ACS superior a 5.000 l/día, que supongan un incremento superior al 50% de la demanda inicial;
  3. Las climatizaciones de: piscinas cubiertas nuevas, piscinas cubiertas existentes en las que se renueve la instalación térmica o piscinas descubiertas existentes que pasen a ser cubiertas.

Partes fundamentales de la instalación solar térmica en edificación:

  • Subconjunto de captación
  • Subconjunto de almacenamiento
  • Subconjunto de termotransferencia
  • Subconjunto de energía de apoyo
  • Subconjunto de regulación y control

Subconjunto de captación

El subconjunto de captación es el encargado de captar la energía solar incidente y transformarla en energía térmica y está formada básicamente por colectores, elementos de sujeción y otros accesorios.
El colector es el encargado de captar la energía solar térmica. El colector más común es el de placa plana, aunque en las zonas más frías o con menores índices de radiación se utiliza el colector de vacío, cuyo rendimiento sigue siendo elevado a bajas temperaturas o con radiación difusa. 
Imagen extraida de monografia FENERCOM

Es importante que los colectores estén ubicados en cubiertas y lugares altos para evitar que sean afectados por las sombras provocadas por otras construcciones, arboles, etc… Su ha de evitar que los colectores estén ubicados en lugares públicos, ya que en caso contrario pueden ser afectados por actos de vandalismo.


Los subconjuntos de captación básicamente pueden ser

  • Sistemas termosifonicos
  • Sistemas forzados

Sistema Termosifónico

El colector termosifonico es el sistema más utilizado en viviendas unifamiliares debido a su bajo coste económico y fácil instalación, así como bajo mantenimiento. Su funcionamiento es muy sencillo ya que el agua se calienta a través de los paneles solares en un circuito primario, y esta a su vez calienta un depósito acumulador de doble envolvente donde está el agua de consumo o ACS.
Los sistemas termosifones utilizados habitualmente en una vivienda unifamiliar tipo tienen un colector aproximado de 2-5 m2 y un depósito de 100-200 litros.
Su instalación es bastante sencilla y no requiere de obras ni remodelaciones. Se instalan tanto en cubiertas inclinadas (tejados), como en cubiertas planas (azoteas).


Sistemas Forzados

Este tipo de instalaciones son más estéticas debido a que los captadores se integran perfectamente en el tejado y el acumulador se instala en el interior de la vivienda. En este tipo de instalaciones el agua es impulsada a través de una bomba de recirculación controlada por una centralita.
Los sistemas con circulación forzada utilizados en una vivienda unifamiliar tipo tienen generalmente un colector de 3 a 6 m2 y un acumulador de 150-400 litros.
Para instalaciones grandes que dan servicio a edificios plurifamiliares, bloques de apartamentos, hoteles o edificios de oficinas se utiliza una superficie de colectores que puede variar desde los 10 hasta centenares de m2.
En las instalaciones mixtas que se utilizan para cubrir la demanda de calefacción además de la de agua caliente sanitaria ACS se utiliza una superficie de colectores que está entre los 7 y los 20 m, y la capacidad del acumulador entre los 300 y los 2.000 litros. Estos sistemas son más complejos que los que se utilizan sólo para el agua caliente sanitaria. 

Subconjunto de almacenamiento

La instalación de energía solar térmica ha de disponer de un sistema de almacenamiento de la energía, para hacer frente a los periodos con menor radiación solar.
La forma más sencilla y habitual de almacenar energía es mediante acumuladores de agua caliente de forma cilíndrica colocados en vertical y preferiblemente de una altura grande, de manera que se favorezca el fenómeno de la estratificación. La estratificación se produce al disminuir la densidad del agua con el aumento de la temperatura de modo que cuanto mayor sea la altura del acumulador mayor será la diferencia entre la temperatura en la parte superior e inferior del mismo. Por la parte superior se extrae el agua para su consumo, mientras que el calentamiento solar se aplica en la parte inferior. Así se consigue hacer funcionar los colectores a la mínima temperatura posible, lo que aumenta por tanto su rendimiento.

Subconjunto de transferencia

El subconjunto de transferencia está formado por el intercambiador y aquellos elementos  de la instalación encargados de transferir la energía térmica del circuito primario que trasporta la energía captada en los paneles solares y el circuito secundario por donde circula el agua sanitaria o la de la calefacción.
Otro elemento de vital importancia en el subconjunto de termo transferencia es el depósito de expansión cuya función es absorber las dilataciones del agua.

Subconjunto de energía de apoyo

Como ya se ha dicho anteriormente la energía solar no permite satisfacer la totalidad de la demanda energética, siendo especialmente importante en el caso de instalaciones de calefacción. En estos periodos la energía solar ha de ser complementada con una energía de apoyo.
Los sistemas de apoyo pueden ser muy variados, incluyendo calderas de biomasa, gas, bombas de calor, resistencias eléctricas, etc….
Es por ello que existen diferentes posibilidades de integrar un sistema auxiliar de energía de apoyo:
  • Aplicar el sistema auxiliar directamente en el acumulador de ACS.
  • Aplicar el sistema auxiliar directamente en un segundo acumulador alimentado por el primero.
  • Situar un sistema auxiliar instantáneo después del acumulador del ACS.

 

Subconjunto de regulación y control

Los elementos de regulación permiten asegurar que la instalación solar aporte energía útil en todos los momentos en los que el balance de energía captada sea mayor a las perdidas, y que evite la circulación en el circuito en los momentos en que no suponga una ganancia térmica o una disposición de energía acumulada al exterior.

Los elementos de control sirven para monitorizar la instalación con diversas funciones como son el asegurar que en ningún caso las bombas puedan estar en marcha con unas diferencias de temperaturas determinadas por las características de la instalación así como conocer el periodo que la instalación solar ha estado en funcionamiento.